La creación de dinero bancario
Los agentes económicos se comportan de distinta manera
respecto al dinero. Unos gastan menos de lo que ingresan y, por tanto, ahorran,
o dicho de otra forma, tienen superávit. Otros, por el contrario, gastan más de
lo que tienen, viéndose en la necesidad de endeudarse, es decir, tienen
déficit. En definitiva, a algunos les sobra dinero, mientras que a otros les
falta: la banca hace de intermediaria entre los ahorradores u oferentes de
dinero y los demandantes de dinero.
Los bancos nacieron para intermediar entre unos y otros
agentes, canalizando el ahorro hacia aquellos que necesitan dinero para
invertir, las empresas y el sector público fundamentalmente, o para consumir.
La función de la banca, por tanto, es intermediar en el mercado de dinero a
cambio de un precio, el tipo de interés.
El problema es que las necesidades de financiación en el
sistema económico son mucho mayores que el total de depósitos de los
ahorradores. Entonces los bancos crean más dinero del que existe para atender
esas necesidades de los agentes deficitarios.
El tipo de interés, el precio del dinero, tiene dos
características: se expresa en porcentaje sobre 100 y tiene una dimensión
temporal, tomando como referencia generalmente un mes o varios. Los bancos
obtienen su beneficio prestando el dinero a un tipo de interés superior al que
pagan por los depósitos de los ahorradores.
En la Edad Media,
cuando nació el dinero-papel, los orfebres observaron que rara vez los
depositantes del oro lo retiraban, comenzando a crear más recibos que oro
tenían en su haber. Sus sucesores, los bancos, hicieron lo mismo, estimando que
si mantenían entre un 10% y un 20% de los depósitos reales que recibían en
forma de dinero, estaban asegurados ante posibles retiradas de los
depositantes. El resto podían prestarlo a terceras personas obteniendo a cambio
un beneficio en forma de intereses.
Actualmente el porcentaje que deben mantener los bancos de
dinero en metálico, del total de sus depósitos, lo fija el Banco Central, y se
denomina coeficiente de reservas mínimas. Esta cantidad que obligatoriamente
deben mantener los bancos en dinero de curso legal es improductivo, no genera
intereses ni, por tanto, rentabilidad.
La existencia legal de este pequeño porcentaje de reservas,
y la posibilidad de prestar el resto de dinero depositado, da lugar a la
creación de dinero bancario, otra importante función que realiza la banca. En
este proceso, además, los bancos transforman los depósitos recibidos de los
ahorradores en préstamos que contratan los agentes económicos que necesitan
dinero para invertir o para consumir.
El proceso de creación de dinero bancario tiene lugar sólo
si todos los agentes que en él participan depositan el dinero que reciben en
algún banco, y además los bancos sólo mantienen
el mínimo legal . Pero ¿y si alguien decide mantener el dinero en casa?
En este caso habrá que restar esa cantidad de los nuevos depósitos, por lo que
el efecto multiplicador será menor. Lo mismo ocurrirá si algún banco decide
mantener en efectivo una cantidad mayor que la que exige el coeficiente de
reservas mínimas, suceso poco probable por el incentivo que tiene de
rentabilizar el dinero depositado a través del préstamo
https://youtu.be/dvbtF0p9Jgs
El negocio bancario consiste en la compra de dinero en
forma de depósitos de los ahorradores, y su posterior venta mediante la
concesión de préstamos a los agentes económicos que lo necesitan. Su beneficio
proviene, como en cualquier otro negocio, del mayor precio de venta que el de
compra: el tipo de interés de los préstamos concedidos es superior al que paga
a los ahorradores por sus depósitos. Pero la clave del poder bancario reside en
la posibilidad de vender algo que no es de su propiedad, sino del ahorrador
correspondiente, que la mayoría de las veces no va a acudir al banco a ejercer
su derecho a recibir el metálico que tiene depositado. La consecuencia de este
privilegio es la creación de deuda por todo el sistema financiero, debido a que
el proceso de creación de dinero parte de un proceso continuo de concesión de
préstamos.
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